Decreto que te lleva exactamente a tener que repetir la historia. El cerebro tiene neuronas espejo que almacenan sentimientos de familiares. Nuestra depresión puede no ser nuestra, sino la de nuestra madre. El inconsciente nos lleva a repetir patrones, justamente para que podamos ser conscientes de ellos y poder cambiar para que no se siga transmitiendo la información.
A modo de ejemplo:
Criticamos si nuestra madre era criticona, juzgamos si era soberbia y tendía a hacer juicios, somos tacaños si ella lo era, gritamos o reaccionamos ante los demás del mismo modo en que observamos que lo hacían nuestros padres… PERO,
cuando aprendes a observar con compasión a tus padres porque comprendes que también cargan con información de sus padres… logras sanarte y sanar a tus descendientes, porque entiendes que detrás de la historia que te cuenta tu mente (ego) hay otras historias que desconoces.
Y más allá de aferrarte a tus juicios que solo te enferman, tu Ser interior sabe que no hay culpables… ya que fue lo único que aprendieron. De aquí la importancia y el impacto de la familia a lo largo de nuestra vida y en todas sus facetas, pues con ella hemos compartido lazos emocionales desde el vientre, es el traspaso de información y es nuestro mayor referente.
(Tomado del muro de Carl Gustav Jung)
Complemento:
Estás condenado a repetir la historia en la medida en que no despiertes tu consciencia. Una vez lo hagas, tendrás en tus manos el timón de tu destino. No estás destinado, estás programado. Reprogramar tu mente es el mejor acto de amor que puedes hacer por ti y por tu descendencia. Tenlo presente.