Cuéntame Cosicas

Puedes llamarme al 868 181 112 o concertar una cita en la página de contacto

Cerrar un chat. Eliminar la conversación. Borrar ese historial donde se escribió media novela con tintes de drama, sexo, abandono y esperanza mal colocada…

Parece un acto simple, ¿no?

Pero cuando vienes de una relación codependiente, eso no es borrar un chat:

es quemar Roma mientras la ves arder sentada desde el coliseo emocional.

Porque esas relaciones no son amores, son adicciones disfrazadas de intensidad.

Y claro que duelen cuando se acaban…

como cuando te quitan la droga de golpe.

💊 Dopamina cuando te escribía.

💊 Oxitocina cuando te abrazaba.

💊 Cortisol cuando te ignoraba.

💊 Adrenalina cuando se iba y tú pensabas que morías.

Y ahí andabas tú, pensando que eso era amor, cuando en realidad era el síndrome de abstinencia con forma de “te extraño”.

🎯 ¿Qué es la codependencia?

Es cuando ya no sabes si amas o te estás sosteniendo de alguien porque no sabes estar contigo.

Es querer salvar al otro, aunque eso te destruya.

Es sentirte necesarix para alguien que ni siquiera se salva a sí mismo.

Es perder tu identidad por mantener una ilusión.

Y lo peor es que la reconoces, la hueles, te sabe familiar…

porque así fue tu infancia.

Te acostumbraron a ganarte el amor, a sobrevivir con migajas, a sentir culpa por poner límites.

Y hoy, como buen ser humano condicionado, repites hasta que sanas… o te rompes.

🛑 ¿Cómo se deja ir una relación así?

No con frases bonitas.

No con meditaciones de Pinterest.

No con cartas que no vas a enviar.

Se deja con dolor, con temblores, con recaídas, con terapia y con huevos.

✔️ Cortas contacto.

✔️ Dejas de justificar lo injustificable.

✔️ Aceptas que no va a cambiar.

✔️ Te haces responsable de tus heridas y dejas de romantizar el caos.

✔️ Lloras, te encabronas, te levantas.

✔️ Y cada vez que quieras volver, recuerda todo lo que dolió quedarte.

Porque sí, soltar duele…

pero quedarte te mata en cámara lenta.

🧠 Y si no sanas, repites.

Mismo infierno, diferente demonio.

Te vuelves experto en disfrazar vínculos destructivos de “conexión profunda”.

Y no, no es que atraigas puro dañado…

es que no sabes aún amarte lo suficiente para dejar de confundir intensidad con amor.

🩹 ¿Cómo se sana?

Te vas hacia adentro.

Te enfrentas al espejo que siempre evitaste.

Te abrazas en tu mierda sin buscar que alguien más venga a rescatarte.

Y aprendes a darte lo que nadie te dio:

presencia, contención, valor y lealtad contigo mismx.

Solo así, la próxima vez que alguien quiera darte amor a medias, vas a poder decir:

“Gracias, pero ya aprendí a no mendigar lo que merezco completo.”

🔥 Y sí, borrar ese chat fue el final de una era.

Pero también el inicio de la versión tuya que por fin entendió que el amor sano no destruye, no confunde, no duele, no intoxica.

Y que tú…

ya no estás para andar fumando relaciones como si fueran vicio.

“Sanar no es un mantra bonito ni un taller para pasar el rato: es cirugía sin anestesia sobre tus viejas excusas. Traduce el lenguaje de tu alma.
Si mientras leías sentiste que te estaban desnudando, ya sabes cuál es tu próximo movimiento. No esperes a que alguien te lleve de la mano.”

Rafa Navarro